Ama y cambiarás el mundo, empezando por el tuyo.
Reparte y comparte, porque el amor es la disciplina más generosa que existe: cuanto más entregas más obtienes, por ley.
Es un amargo recelo a perder lo que en realidad nunca fue nuestro lo que mantiene al amor emparedado entre barrotes de tristeza, condenando al alma a un desierto sin oasis.
Ama a lo grande, sin excusas, sin pretextos.
Porque el amor bien entendido calienta todas las sombras escondidas.
Porque la ignorancia tiene el poder de colocar límites, pero el amor de eliminarlos.
Esta es la sabiduría que rescata las mentes de la incoherencia de un mundo que divide el amor en parcelas de estima.
Ama.
El amor a lo grande nunca tuvo título de propiedad privada.
Rosaana B.