EL ARQUERO
El arquero sabe que no sólo necesita de un dardo afilado.
Requiere de un enérgico adiestramiento, una técnica perfecta y una habilidad exquisita.
Sabe que debe disponer de movimientos precisos y de la visión de un halcón.
Ha de demostrar un pulso férreo, que no tiemble ante el desafío enfrentado.
Por eso antes de lanzar una flecha se pregunta ¿es una meta suficientemente grande como para invertir todo mi esfuerzo? ¿Vive en ella la promesa de una realidad mejor? ¿Arde mi corazón ante la posibilidad de alcanzarla?
Si es así, lanza su flecha.
Puede fallar.
Pero jamás se arrepentirá del tiro.
Rosaana B.
Todos debemos hacer como el arquero , apuntar a una realidad mejor, poniendo cada uno sus ojos, su puntería y apuntar bien a la meta con la promesa de un mundo mejor