“Pretendo llegar a un lugar. El lugar que dejé se me quedó estrecho.
Allí, ni la esperanza cabía ya ni la alegría disfrutaba de suficiente aire.
Ahora ando con los sentimientos al descubierto y ligero de bagaje.
¿Te vienes?
Donde voy es un lugar en donde cada fracaso y cada pérdida conllevan regalos de mayor magnitud que el sufrimiento que los causaron.
Es un lugar donde las palabras y los propósitos están al servicio de los corazones.
¿Te animas?
Es un reino donde los milagros no solo son posibles, sino que están al alcance del pensamiento, atentos a cada deseo, y acelerados por el poder de la oración.
Es un lugar donde cada ser humano contempla admirado su enorme poder creador en la realidad que él mismo ha imaginado.
Allí se utiliza el amor, la plegaria y el perdón como puentes que aúnan toda la creación.
Para llegar allá no te hace falta un pesado equipaje, basta con envolverte de una intención transparente y una voluntad blanca.
¡Vente!
Juntos podemos recorrer parte del camino, y compartir los suspiros, risas y sueños de quienes se adentran en una aventura que huele a mañanas soleadas y a corazones agradecidos»
Rosaana B.