Qué poco nos atrevemos para lo corta que es la vida.
Qué poco nos atrevemos, lo sé, a vivir de todo corazón.
Y aunque la vida nos impulsa a veces nos detenemos
en espera de un viento mejor.
Y el miedo nos encierra, atrapando los instantes en su interior.
Y si la luz regresara tan solo abriendo brazos y puertas,
dejando que el alma respire lo que antes no se atrevió.
Y si el secreto fuera abrazar el ir y venir del mundo
confiando en su dirección.
Que tal una decisión valiente, saliendo de la zona de confort.
Que poco nos atrevemos, lo sé, a abrir el corazón.
Cuando la vida es tan solo un café, un te quiero, una canción.
Rosaana B.